Cuando empiezas a trabajar en diseño editorial eres bombardeado por mil cosas que aprender, el software, el proceso interno de trabajo, las reglas básicas de diseño de información, las reglas específicas del diseño del periódico donde estas y ya eso por sí sólo significa muchos meses de prueba y error.
Pero una vez que alcanzas el nivel donde dominas bien esto es cuando realmente empieza la diversión.
Es aquí cuando debes empezar a aplicar tu creatividad, tu "toque personal" al trabajo.
Hay una clara diferencia entre "bueno" y "excelente". El bueno es algo que se hizo como debía hacerse y excelente es algo que fue más allá.
Para hacer una página buena se necesita:
- Aplicar correctamente los estilos
- Respetar los conceptos básicos de diseño de información
Pero para hacer una página excelente se requiere de:
- Entender y aplicar correctamente los estilos
- Entender y respetar los conceptos básicos de diseño de información
- Entender el tema que diseñamos
- Poner atención a los detalles
- Atender cada centímetro cuadrado de la página
- Ser muy creativos
- Y saber arriesgar
Saber arriesgar, esa es la clave. ¿cuantos de ustedes no han tenido una idea pero la desechan pensando que no sería aceptada?
Para algunas personas la crítica inhibe la creatividad, pero la crítica se debe tomar como una guía de lo que está bien y lo que está mal.
Los instintos juegan un papel muy importante en nuestra profesión, sólo hay que saber traducir esos instintos creativos en algo que funcione y se pueda publicar. Quizá ahí está lo difícil.
Pero hay que arriesgar, hay que dejar el miedo atrás, el miedo al rechazo, el miedo a la burla, el miedo a perder... todos nos equivocamos, no se trata de no caerse, se trata de que tan rápido y alto te levantas cuando caigas.
En mi experiencia entre más arriesgas más vas a batallar, tendrás que trabajar el doble, te van a regañar, te van a envidiar, te vas a decepcionar cada vez que te "den pa' tras" con una propuesta... pero sólo así vas alcanzar la excelencia, sólo así vas a sobresalir del resto, sólo así podrás sobrevivir en este negocio tan hostil y con tanta competencia.
Y la satisfacción de ser reconocido por un trabajo excelente no tiene precio y cuando estés ahí, todos esos miedos, esas desveladas, esos regaños se desvanecerán en un segundo y tu habrás crecido a pasos agigantados.
Gran parte de mi trabajo es señalar todo lo que está bien y lo que está mal, desgraciadamente la misma naturaleza de mi puesto involucra criticar y aveces hacer pedazos un diseño y esto no me hace feliz (¡aunque no lo crean!). Pero es aquí donde depende de ustedes ver el vaso medio lleno o verlo medio vacío.
Como veamos el vaso es una cuestión de carácter, y se necesita mucho carácter para sobresalir en este negocio.
Todos los años que llevo en esto me he arriesgado, siempre proponiendo y tratando de ser mejor que los demás, he pasado por momentos muy difíciles y estresantes y como niño puverto me enojaba y odiaba a mis jefes sólo para darme cuenta tiempo después que gracias a ellos crecí mucho y en algunos casos, los superé.
Hoy no diseño como me enseñaron, tomo todo lo que he aprendido y lo aplico a lo que yo soy, lo que a mi me gusta, lo que he probado y visto que funciona. Hoy sigo arriesgando, me estoy arriesgando incitándolos a que se arriesguen.
Pero este periódico no lo hago yo sólo, lo hacen todos ustedes y son ustedes quienes quiero que crezcan profesionalmente, que aprendan a aprender, aprendan a proponer y sobretodo, aprendan a arriesgar.
Así es que los invito a que sigan sus instintos, a que no tengan miedo y a que se arriesguen, porque el que no arriesga no gana.
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